Coloquio que conmemora los 100 años del libro “El Otoño de la Edad Media”, reúne a profesores de Historia UC

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El 2019 se cumplen 100 años de la publicación del libro “El Otoño de la Edad Media”, de Johan Huizinga, y en el Instituto de Historia quisimos celebrarlo con un coloquio titulado “La larga vida de "El otoño de la Edad Media". Una lectura colectiva (1919-2019)”.

En este encuentro participaron las profesoras Susana Gazmuri y Camila Gatica, junto al profesor Claudio Rolle, quienes destacaron la importancia de la publicación para la enseñanza de la historia, y subrayaron porqué es un referente tanto para los estudiantes de la disciplina, como para los historiadores ya formados.

Se debe celebrar la existencia de esta obra porque ha tenido un impacto en la forma en que abordamos la historia, ya sea desde una perspectiva metodológica, temática, estética y retórica”, así comenzó el coloquio con palabras de Susana Gazmuri, quien agregó que“el Otoño representa un esfuerzo por entender la cultura como una totalidad. La orientación propuesta por Huizinga se basa en gran medida en una lectura de los cronistas del período tradicionalmente dejados de lado por los medievalistas, que consideraban dichas crónicas exageradas y poco confiables”.

Sistemáticamente los tres expositores subrayaron la belleza de esta obra, describiendo cómo el autor, antes de escribir una obra histórica, realiza una obra literaria, expresa el momento histórico desde la visión de los que lo vivieron. “El Otoño me mostró la importancia de mirar los problemas desde múltiples perspectivas, especialmente las de sus protagonistas y a considerar todo período y evento como abierto a nuevas interpretaciones”, indicó Gazmuri.

“También ha sido un impulso para poner atención a la escritura y un recordatorio de que hay un lector al otro lado del texto. Pero sin duda la lección más relevante ha sido el valor de la imaginación acompañado de un trabajo riguroso para la comprensión”, añadió.

“El Otoño de la Edad Media” en su momento se convirtió en un éxito de ventas, fue  traducido a más de 20 idiomas (en 1930 se publicó la edición en español), y sigue siendo un libro leído por estudiantes de todo el mundo. “Es uno de esos libros que a todo historiador le hubiera gustado escribir”, aseguró Camila Gatica.

Camila expresó que las detalladas descripciones que hace Huizinga, permiten al lector viajar hasta el mundo medieval: “Logra develar una suerte de mapa imaginario a través de la experiencias que describe (…) Hay tres elementos que se destacan: la labor de la intuición en la historia, la empatía en la escritura y el valor de estudiar la cultura y la experiencia de lo cotidiano”, concluyó Gatica.

El último en exponer fue el académico Claudio Rolle, quien destacó la delicadeza con que Huizinga se aproxima al retrato de una época marcada por la gran guerra, que significó el final de una etapa de la vida del continente. “Tuvo cuidado y atención en la comprensión de la aventura humana en el tiempo y espacio desde el lugar de los sentidos, desde la percepción que nos hacemos del mundo a través de las dimensiones sensoriales” (..) Huizinga escribe sobre el ocaso de una época, poniendo en relieve la belleza, denotando usos y giros del lenguaje, descifrando símbolos y gestos, dando a su uso la imagen del otoño un sentido amplio y rico”, agregó.

Claudio Rolle finalizó el coloquio indicando que con esta obra que cumple un siglo de vida, “descubrimos a un etnógrafo, un humanista, a un adelantado, generoso observador y un hombre integro, quien dejó por manifiesto el amor a la vida”.